Reflexiones

Se comparten reflexiones personales entorno a mi labor como docente.

Desde hace 5 años ejerzo la profesión que me ha brindado muchas satisfacciones y aprendizajes. Mi incursión en esta profesión fue inesperada, debido a que no la tenía contemplada dentro de mis planes laborales. Sin embargo al practicarla me he percatado que la docencia es desafiante y emocionante. Contraria a mis creencias iníciales, no es estática, siempre se encuentran nuevos aprendizajes tanto de los contenidos programáticos como en las formas de enseñanza, y todo eso radica en que nuestra materia prima son seres humanos, los cuales en sí son complejos, cambiantes y diferentes. Lo anterior, es una de las cosas que más me motivan a seguir en esta labor.

En lo particular disfruto mucho la convivencia con los alumnos e integrarme al proceso de descubrimiento de sus conocimientos. Además, siempre es gratificante escuchar los comentarios de los alumnos al referirse a las clases y ver que las disfrutan; esto es un gran aliciente para buscar nuevas estrategias para que las clases sean lúdicas y se siga despertando el interés en los estudiantes. Asimismo, busco mi actualización constante para implementar elementos que me puedan ayudar en mi práctica docente.

Uno de los instrumentos que está teniendo una gran importancia en mi quehacer docente es la elaboración de Portafolios de evidencias. La experiencia con la utilización de Portafolios (en físico y electrónico) me ha permitido valorar el desarrollo de los aprendizajes de cada alumno. De la misma forma,  los Portafolios utilizados han sido de gran ayuda para llevar a cabo la evaluación continua-formativa de los estudiantes, siendo un gran instrumento de origen cualitativo.

De acuerdo a la información que he recabado y a lo que he trabajado, me percato de la gran importancia que tienen los Portafolios para exhibir los procesos de aprendizaje-enseñanza, ya que en ellos se pueden identificar las habilidades alcanzadas así como las dificultades particulares de los alumnos.  

La principal reflexión que me queda, es que dentro de la transformación de la práctica docente, los Portafolios educativos, exigen al docente un proceso continuo de renovación metodológica, funcionando como una herramienta para atender los procesos de enseñanza-aprendizaje.